miércoles, 3 de octubre de 2012

Cap. 1: El nacimiento de Allister Zombie.


Allister Chlomsky no está, Allister Chlomsky se ha ido.

Una lápida marca el lugar, sobre la colina, en un cementerio lúgubre y retorcido.

En su hogar la tristeza trepa por las paredes, espesa el aire, ocupa el vacío. Ni Víctor ni Isabel se acostumbran a haberlo perdido.

El inventor pasea por el salón, aprieta los dientes, farfulla. Ella, fría y estirada, le observa con expectación, es mucho más testaruda. 

De pronto va, la economista, y sin pizca de emoción, mira a su marido y le suelta:

-Qué birria de inventor, tío cuentista. ¡Algo podrás idear para traerlo de vuelta!
-Yo es que soy inventor, chica, no espiritista. Aunque espera que creo que caigo en la cuenta...

Víctor va hasta el altillo y rebusca en la librería, coge un libro entre mil y al correr por el pasillo casi atropella a la abuela.

- ¡Quizá encuentre la solución en esta vieja novela!

La puerta del laboratorio cierra con un portazo.

-¡Si Shelley lo hizo yo podré mejorarlo!

Pasan días sin que Isabel sepa de su marido, solamente los golpes que del laboratorio han salido. El inventor sigue encerrado, pero escapa a ratitos para probar bocado. ¡Algo le tiene ocupado! Una tarde que baja a por un bocadillo, le ve sucio, alocado y casi amarillo. Unas horas después se le escucha un chillido: ¡creo que lo he conseguido!

Cae la noche y diluvia cuando Víctor se deja ver. Va vestido de negro y lleva una pala, ¿qué narices va hacer? Sube en coche por la colina hasta el cementerio, un rayo le ilumina cuando en la tierra mojada clava el acero. El inventor, con pericia y esmero, desentierra a su hijo bajo el aguacero.

Le ven volver a casa con un bulto sospechoso, Isabel alucina con lo que hace su esposo.

En el sótano tumba al muchacho sobre una camilla, su cuerpito explotado y hecho una piltrafilla. Con aguja y con hilo y al son de violines, Víctor Chlomsky remienda sus rotos como calcetines.

Cuando ha terminado de coserlo todo, le conecta unos cables, pinzas y electrodos. Y en una plataforma de metal lo eleva hasta el tinglado eléctrico que tiene en la azotea.

Truenos y relámpagos sacuden la casa, Isabel se pregunta que ¿qué es lo que pasa? Explosiones, chispazos y descargas terribles. A la porra los plomos, ¿dónde están los fusibles?

Cuando Víctor desciende con cara agotada, su mujer está abajo, le espera mosqueada.

-¿Qué has tramado, tontaina, simplón, so pamplina?
-Una idea genial, ven a ver, alucina.

Y juntos observan el bulto tapado, que palpita, echa humo y huele a chamuscado. Se desborda el amor y vuelven a quererse, ¡porqué Allister Zombie ha empezado a moverse!



Anteriormente: Cap. 0:Pobre Allister Chlomsky.                      Próximamente: Cap. 2: Bienvenido... Allister Zombie.



6 comentarios:

  1. Vamos conociendo más de este curioso personaje. ¡Mola!

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  2. ESTA MUY DUVERTIDO!!!!!! :)

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  3. Magnifico !!!!!!!!!!! irremediablemente me hacer recodar a los mejores momentos de Tim Burton jeje :P

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  4. Magnifico !!!!! irremediablemente me hace recordar a los mejores momentos de Tim Burton !!!! jeje

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