jueves, 1 de noviembre de 2012

Cap. 5: ¡Es Halloween, Chlomsky!


Para Allister Zombie la noche de difuntos también ha llegado. Aunque se siente confuso, en lugar de ponerse un disfraz vive ya disfrazado. En la calle Palmera todo está preparado, este año, sin duda, se han superado y el torneo anual a la mejor recreación ya lo dan por ganado. 

¿Pero cómo lo han hecho?, te preguntarás. Vámonos de paseo, te lo voy a enseñar.


Don Alfredo ha forrado su verja con papel color sangre, le ha colgado calaveras macabras y esqueletos de alambre. Las telarañas que ha hecho con algodón hilado, parecen tan reales que más de un susto han dado. Los insectos las recorren con velocidad, no te acerques a verlos, que son de verdad.

La señora Aceituna se apaña con las calabazas, las vacía y deforma para decorar su terraza. Les coloca una vela encendida dentro y se pasan la noche humeando su aliento. Con ayuda de sus sobrinas ha plantado unas cien, ¡para pasar por su casa hay que pensarlo muy bien!

Hay un trío de hermanos en el vecindario, que acostumbran a meterse en un lío diario. Se trata de los hijos de Corman, y son Vincent, Anibal y el delgaducho Norman. ¡Han plantado un muñeco de paja frente a su casa que causa escalofríos a todo el que pasa!

Los ancianos Boris y Bela me parecen geniales, con figuras de plástico y tela han llenado el jardín de monstruos universales. Asómate sin cuidado, por lo menos hay doce, y ya estas buscando en la web los que no conoces.

La familia Bombay tiene un árbol anciano con más de cien ramas. Con cartón y papel le han colgado murciélagos, brujas y muchos fantasmas. Cuando el viento las mece, caray que hace frío, entre el ruido y la bruma vaya lo que parece. ¡Causa pavor, ya te digo!

Increíble el maestro Serrucho (le llamamos así porque dientes no tiene muchos). Se pasea vestido de conde transilvano con su caniche Flop como licántropo enano. Si te encuentras con él y no le saludas te saca los colmillos, qué horror de dentadura  ¡Es más simpática su mascota peluda!

Don Mariano y doña Ana son un matrimonio amargado, ni se disfrazan ni decoran nada y en el Truco o Trato ignoran nuestra llamada. Viven en otra era, qué vas hacer, crucifijos al cuello y biblias para leer.

La viuda Lilí nos da miedo de por sí. Su marido Herman murió y ella uno de cada tres días llora. Pero en Hallowen hornea galletas y hace un ponche sangriento con extracto de mora. Es un poco peculiar, sí, pero todo nuestro barrio la adora.

Damien es un niño raro. No ha hecho nada, sólo sentarse en el porche. Ya da miedo mirarlo, sea de día o de noche.

La mejor ha sido Olivina, se ha vestido de novia cadáver con su maquillaje azulado, a LeBeuf ha puesto tornillos como a Frankenweenie y ha vestido la casa como un molino anticuado. Siempre le gustó mucho el cine, ¿a que lo has notado?

Los críos del barrio salen a por golosinas, truco o trato por todas las casas vecinas. Van vestidos de monstruos, vampiros o muertos, más te vale llenar sus bolsillos, ya te lo advierto. La ultima vez que un vecino no les regaló nada, le pintaron con huevos podridos toda la fachada. 

De muy mala gana Allister se une a ellos, él quería ponerse un disfraz, como los demás, qué menos. Ahora está triste y bastante enfadado, no asimila el disgusto que su madre le ha dado. 

-Si tú tienes la cara ya muy demacrada -le dijo Isabel-. Más me valdría ponerte una bolsa de papel

Sin embargo los críos han descubierto que aumenta su botín dejándolo ir primero. Cuando Allister toca el timbre de una casa, al que abre la puerta algo horrible le pasa. Con un grito de espanto y la piel de gallina, hasta el último chicle les da, la gente alucina. 

Y Allister es feliz si sonríe Olivina.


No ha sido un mal Halloween en la calle Palmera. Y muy pronto veremos qué pasa cuando Allister vaya a la escuela. ¿Estás dispuesto a esperar una semana entera?


Anteriormente: Cap. 4: Para merendar... ¡gato!

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