martes, 13 de noviembre de 2012

Cap. 6: La vuelta al cole de Allister Zombie.


Allister Zombie vuelve a la escuela pero nada es ya como recuerda. 

Ni siquiera él se siente el mismo, ahora sólo ve en dos colores y una cicatriz le circunda el flequillo. 

Los niños se detienen al verlo, pierden la voz y se les eriza el cabello. No esperan que un niño recién revivido vaya a ser su compañero.

Isabel le lleva de la mano, los padres en secretaría le miran raro. Cuando el director le pregunta qué tal él le lanza un bocado, este crío está mal. 

Allister sube a clase de muy mala gana, hacía mucho que no madrugaba ninguna mañana. A pesar de que acaba de desayunar, sólo piensa comerse con ansia lo que pueda encontrar.

Ve a los niños y niñas andar por el pasillo, para él son chuletas, costillas, también solomillos. Si no fuera por el director y su madre, qué idiotas, con un par de chiquillos se pondría las botas.

En su aula tiene un lugar reservado, cerca del profesor, Don Julián, le han sentado. Desdichado maestro, le tiembla la voz, tener eso a su lado le da un miedo atroz. Como el niño se mueva o emita un gruñido, el profe cagueta va a salir como un tiro.

Es difícil para sus compañeros retener la lección, el niño compuesto a retales llama su atención. Le escuchan masticar un boli deprisa, la tinta empapa su cara y mancha su camisa. Don Julián se lo quita y lo tira sin esperar, pero Allister empieza a comerse la goma de borrar. Cada vez que se gira hacia el encerado, Zombie destroza algo más, está desesperado. 

En la hora de inglés la cosa no mejora, Doña Clara suspira mientras Allister lame la grapadora. En gimnasia pensaban que sería más fácil, entre tres han tenido que quitarle un balón de las fauces. Cuando en música empieza a morder los timbales es el colmo de la diversión para los chavales. Incapaces de no troncharse con sus ocurrencias observan cómo los maestros pierden la paciencia. Doña Clara alucina al borde del llanto, don Julián titubea, le puede el espanto. El director ya no sabe qué porras hacer, le da miedo acercarse, no le vaya a comer. 

El primer día para el nuevo Allister ha sido divertido, no ha hecho más que comerse cuanto ha podido.
Desde luego los chicos lo han pasado en grande, veremos cómo les va si no frena ese hambre.

Seguiremos mirando por esta ventana, la próxima vez dentro de una semana.




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